12 de noviembre de 2008

hormigas salen por el ombligo

Hago todo lo necesario, lo indispensable para permanecer al borde de esta sociedad. Pago mis cuentas, los impuestos, cumplo en el trabajo, me baño, como, duermo. Y hasta ahí señor. Hasta ahí, porque de ahí en adelante las cosas pueden ser criticadas por cualquiera. Córtese ese pelo, aféitese, póngase el chaleco reflectivo, la hora de llegada es a las 8, señor.
La crítica se escribe con c de criminal. Las críticas ya no son constructivas, ahora solo se acumulan para destruirnos, para hacernos zancadilla y vernos caer al suelo, morder el polvo. A alguien se le ha ocurrido pensar que uno está intentando hacer lo mejor que puede? De qué le sirve a un arquero que se acaba de comer un gol la crítica -viejo, esa bola era suya- Él lo sabe. Eso ya no es una crítica, eso es un regaño sin gritar. Un llamado de atención, porque se lo tiene merecido.
Ojalá el pobre arquero no se ecuentre en ese mal momento con una vaca sagrada del fútbol, porque el otro problema que tenemos es formarnos estereotipos. Al ver que alguien comente un solo error nunca dudaremos en decir -ese man es muy malo-. Y seguiremos pensando que es malo hasta que nos demuestre lo contrario, cosa muy dificil, porque estamos seguros de que es un paquete.
Criticar no es una cualidad. De nadie. Y criticar cuando es completamente innecesario, me arriesgo a decir, es uno de los peores defectos de una persona. Pero qué? si todos los días los vemos en la calle, hasta nosotros somos víctimas o victimarios de ellos.
La última que dije: -súbase al andén imbecil (a un tipo que venía caminando a 1 metro del andén y hablaba por celular. Obvio que se lo dije porque hablaba por el celular y así sería más dificil que me respondiera).
La última que me dijeron: -Suéltelo que el bobo camina solo (no me lo dijeron directamente a mí, sino a la mujer con la que caminaba cogido de la mano, pero acepto lo que a bien me han de entregar).
Cómo se puede crecer si todos criticamos todo? no sé. Pero si sé que aunque todo esto pase todos los días, en todas partes, sigo sintiendo un nido de hormigas en el estómago cuando no estoy de acuerdo con algo, que deja salir unas pocas por el ombligo, y dejarán su pequeño rastro de feromonas para que las demás no les pierdan en rastro.

1 comentario:

Nieto dijo...

las hormigas siempre lo joden todo.