27 de marzo de 2009

dósis de personalidad

En la semana ví un par de mails y de grupos en facebook invitando a acudir a la plaza de Bolivar con una "dósis de personalidad".
Yo pensaba ir, porque me parecía una excelente idea para demostrarle a "los que hacen las leyes y luego castigan a los que no las cumplen", que no todos somos iguales y que tampoco necesitamos un hospital psiquiátrico.
La cita era el jueves, 6pm, plaza de Bolivar.
A las 9am, mi hora habitual de llegada al trabajo, abrí el periódico online y me encontré con una caricatura que me alegró el día.
Era un policía antimotines con su bolillo en la mano. El policía, genialmente caracterizado, tenía una expresión facial seca, fría e implacable. Mientras el bolillo en su mano lucía amenazante y poderoso. En él, rezaba el texto "mi dósis de personalidad".
Nada más acertado, cómico y cruel a la vez.
Para nadie es un secreto que la policía usa casi siempre la fuerza para hacerse valer y que si las órdenes del gobierno son castigar a los que no acatan la ley, no hay obstáculos que los detengan. Se llegan a convertir en algo parecido a "terminator", que no se detendrá ante nada hasta que no cumpla su misión y a bolillo limpio se abrirá paso entre la selva de cráneos marihuaneros.
Cómo le explica uno a un tombo enceguecido por la furia que un porro es inofensivo, que la marihuana existe desde antes de que inventaran el bolillo, que afina todos los sentidos menos el de la vista, que hace menos daño al cuerpo humano que un cigarrilo de cualquier marca y que, millones de personas en el mundo, no ven la diferencia entre tomarse un whisky y fumarse un porro.
A punta de leyes y de castigos quieren hacer que las personas "recapaciten" y encuentren el verdadero rumbo en sus vidas, pero al mismo tiempo hablan de crisis, de desempleo de guerra y muerte, mientras sus bolsillos se siguen llenando (?).
Bueno, por lo menos el policía es sincero, va a lo que va.