Uno de mis principales pasatiempos es jugar videojuegos. Encontrar un buen juego es como encontrar un buen libro, una buena película o una buena canción. Generalmente hay que investigar mucho y documentarse sobre el tema para conseguir uno bueno y más ahora con la consola PS3, porque cada jueguito no baja de 150 lukas. Por supuesto,
ya me pasó que compré uno porque el vendedor me dijo que era bueno y en realidad el juego apestaba. Al intentar cambiárselo por otro, me dijo que le encimara 100 lukas. El vivo que vive del bobo. Pero bueno, motivado por las noticias de la Champions League de este martes, decidí regresar a jugar mi master league, donde empecé con un equipo malísimo lleno de desconocidos y he logrado escalar posiciones y respeto que me han permitido fichar figuras de la talla de Nihat, Ribery, Lucio, Henry y Van Der Vaart. Empezaba un nuevo partido y con él mis esperanzas. Jugaba bien, a un toque, abría la cancha, estaba muy concentrado y logré meter un gol. El partido estaba a punto de acabar y me sentí un poco mal por no propinarle al otro equipo la muy merecida goleada y depronto, finalmente terminó. 1 - 1
1 - 1??
Cómo así? a qué hora me metieron gol? es una broma?
Afortunadamente la tecnología permite repetir las mejores acciones del partido. Seleccioné la opción y con sorpresa, ví el gol fantasma. Pero si yo estuve todo el tiempo jugando, todo el tiempo concentrado, por qué no lo ví? En dónde estaba mi mente en ese momento?
Intenté recordar, intenté viajar de nuevo a ese lugar en donde estuvo mi cabeza, en donde me convertí en un ente que no sabía lo que estaba haciendo. A esa laguna mental a la que me metí sin licor ni drogas de por medio, a esa puerta que mi cerebro abrió involuntariamente y decidió entrar sin preguntarme.
Abrí las puertas de nuevo, seguí mis propias huellas, uní los cabos sueltos.
Y qué carajos esperaba que fuera?
Sólo estaba pensando en una mujer.