4 de abril de 2012

No sé qué pasó.

Recuerdo que por allá en los días de 5to ó 6to grado, cuando las hormonas están recién desempacadas y todos mis amigos y yo nos sentíamos curiosos por tener relaciones sexuales, pensamos en que ser un actor porno sería lo mejor que le podría pasar a cualquiera de nosotros.

Las profesiones más deseadas van cambiando a medida que vamos creciendo, es normal que un niño pequeño quiera ser policía, detective, bombero, agente secreto o médico. Pero recuerdo el momento en el que me imaginé ser actor porno porque no era un deseo que se pudiera compartir con un adulto ni con una mujer. A ellos había que decirles (con una gran sonrisa que invitara a la seguridad personal) yo quiero ser arquitecto! Ingeniero! Abogado! Esas profesiones también podían ser objeto de una conversación, pero nunca tanto con ser actor porno.

Para nosotros esa profesión solo tenía cosas buenas. Estar con mujeres hermosas (pero muy putas), buen salario, horario cómodo, buen estado físico. Y ahora que lo pienso mejor, podría tener un par más: Pocos jefes, haces lo que tú quieres y no lo que quiere el cliente y el sexo siempre estará de moda.

Ahora que existen muchas formas de encontrar de nuevo a esos amigos de la infancia perdidos en el tiempo, he visto que soy uno de los pocos que no se ha casado todavía ni tiene hijos. No he encontrado ningún amigo que se haya convertido en actor porno, lo más cercano es uno que participó en un reality sin mayor protagonismo.

No sé si todos ellos probaron suerte en el negocio del porno o le perdieron interés o nunca lo consideraron o se les convirtió en un sueño reprimido, pero ninguno es actor porno.

Uno de ellos me dijo que se iba a ir a vivir al llano porque allá las mujeres eran muy fáciles cuando se les decía que uno venía de la capital. Cuando lo encontré en una red social aparecía en la foto más calvo, sonriente y con una mujer a cada lado. Parece que no le ha ido nada mal.

Otros ponen una foto de su infancia, cuando eran tiernos niños. Al ver los comentarios que hace la gente en ese tipo de fotos, el 99% son femeninos y evocan ternura. Me arriesgo a decir que a ésos no les ha ido muy bien que digamos. Lograr que una mujer te diga que “eras” muy tierno o lindo me parece un buen avance, pero creo que está muy lejos de despertar la leona en celo que puede llegar a tener una mujer por dentro. Me parecerían más valientes si pusieran la foto de bebés en bola que todos tenemos, aún mejor si se están orinando, para darle a la situación el toque varonil, la virilidad que merece.

La gran mayoría ponen fotos de sí mismos en su mejor ángulo, generalmente con gafas oscuras y con cara de serios. Siempre queriendo lograr, aunque sea de manera inconciente, la foto del afiche de Stallone interpretando al rudo detective Cobretti en la película Cobra. Un tipo duro, que no se deja de nadie, que hace lo que sea necesario para lograr sus objetivos y que siempre anda con las mujeres más bellas. No sé en qué momento se dejó de usar el fósforo en la boca, debería regresar.

Otros ponen fotos de sus héroes, reales o de fantasía, alguna foto que les haya gustado o algún momento que les recuerde algo que les encanta. Pero, si fuera un actor porno, qué pondría de foto? Sus mejores momentos? Sus conquistas? Una foto de sus amigas sería la envidia de todos los demás que lo conocemos. Daría mucha tristeza comparar nuestras fotos con las de él.

Hay otros a los que les ha ido muy bien en la vida. Han viajado por el mundo, tienen carros, propiedades, motos, una familia. Parecen felices. Siempre sonriendo, siempre pasándola bien en todas partes.

Puede que mi educación no haya sido la mejor, o si lo fue, puede que yo me las haya ingeniado para salirme con la mía, en todo caso ya no me interesa ser actor porno ni ser el mejor en la profesión que escogí. Tampoco me interesa que mis fotos sean la envidia de algunos o de ninguno. No sé si sea malo o bueno, pero todavía me pregunto qué hubiera sido de mí si me hubiera presentado a ese casting para aquella película xxx.